jueves, 1 de septiembre de 2011

La capitalidad de Pamplona





El rey Carlos II libero a los vecinos de la Navarreria de Pamplona de todos los censos que le pagaban por sus casas, y dispuso que los censos fueran rescatados por quienes los venían abonando y que el importe se aplicara a las obras de fortificación de la ciudad. Lo justifico por que siendo Pamplona la cabeza del reino era necesario tomar medidas para aumentar su población. Lo aprobó en una orden dada en Estella el 5 de diciembre de 1.366.
También en Pamplona, Carlos II adopto en el mes de febrero de 1.382 disposiciones para mejorar la economía y la ciudad de los Burgos de la capital, y concedió al conjunto de la ciudad de Pamplona –a ciudadanos y pobladores del burgo de San Cernin, la población de San Nicolás y la Navarreria-, el privilegio de celebrar anualmente una feria de diez días a partir de la festividad de San Pedro y San Pablo (29 de junio), determinando el alcanza de las correspondientes franquicias. Las gentes y mercaderes podían venir desde el día de san Juan (24 de junio) –cinco días antes-, hasta la vigilia de San Pedro, y cumplidos los diez días quedarían otros cinco para la salida de dichas ferias. En total veinte días, desde el 24 de junio al 14 de julio. Este es el origen remoto de la San Pedrada y sobre todo, el verdadero origen de las fiestas que luego se llamaran de San Fermín.
El obispo castellano Bernardo de Rojas y Sandoval traslado la celebración del patrono de Navarra, San Fermín, al día 7 de julio, con la aviesa intención de hacerla coincidir con la fecha en que las cortes castellanas reunidas en Burgos aprobaron unilateralmente, sin presencia alguna de navarros, la unión de Navarra a Castilla en 1.512. De este forma, pretendía dar realce al comienzo de la historia española de Navarra, algo ignorado y rechazado por los navarros. Sin embargo las fiestas de San Fermín tampoco las creo dicho obispo sino que fueron fruto de esa coincidencia, pues Carlos II ya las había regulado tres siglos antes.
Al equiparar socio-jurídicamente a la Navarreria con los otros Burgos de San Cernin y San Nicolás, y sobre todo con la unidad de mercado que suponían las ferias de julio, Carlos II dio pasos irreversibles hacia la recuperación de la unidad político-administrativa de la ciudad, lo que concluiría su heredero Carlos III. Por ello podemos afirmar que Carlos II es el verdadero reunificador de la ciudad de Pamplona y el organizador de las ferias y fiestas que luego serán de San Fermín.


                                                                                              Navarra Estado europeo
                                                                                              Tomas Urzainqui

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