miércoles, 21 de diciembre de 2011

Francisco Jaso Un nabarro en las indias orientales


La familia jaso (Jassu en la grafía de la época, Jatsu en Euskara), propietaria del castillo de Xabier fue una de las familias mas notables de Nabarra. Emparentada por parte de madre con los Azpilicueta, el solar de los Jaso se encontraba en la merindad de ultrapuertos y poseía el caserío Etxeberri en la localidad del mismo nombre, que por cierto aun se conserva. Juan de Jasso, el padre del santo, nació en 1470 y logro el titulo de doctor en derecho en la universidad de Bolonia. Fue uno de los líderes agramonteses que se aferraban a la independencia del Reino de Nabarra y el monarca Juan III de Albret  le concedió impuestos y derechos sobre la villa de Idozin. Fue presidente del Real Consejo de los Reyes de Nabarra Juan III de Albret y Catalina I de Foix. Tras la ilegal invasión del Reino, por las tropas Castellanas al mando el Duque de Alba, y por orden de Fernando el Catolico Rey de Castilla, Juan de Jasso se refugio con su familia el la Baja Nabarra, donde moriría poco después, en 1516.  El castillo de Xabier pertenecía a los Aznarez de Sada, abuela materna de Francisco, cuya familia lo había recibido del rey Teobaldo I, nada menos que en 1236.

            Del matrimonio entre Juan de Jasso y María Azpilicueta nacieron cinco hijos, tres niños y dos niñas. La primogénita fue Magdalena a la que sus padres enviaron a la corte castellana para su educación, en una iniciativa mas diplomática que educativa. Su otra hermana se llamaba Anna, casada con el señor de Beire. Los tres hermanos fueron, por orden de nacimiento, Miguel, Juan, y Francisco. Tanto Miguel como Juan fueron destacados miembros de las tropas de los reyes de Nabarra Juan III de Albret  y
Catalina I de Foix, y  participaron en la defensa de independencia del Estado de Nabarra, sufrieron cárcel por ello, fueron condenados a muerte, y finalmente, su pena conmutada por Carlos V.

            Francisco nació en el castillo de Xabier en abril de 1506, cuando su madre María Azpilicueta, tenia 42 años, la cual pertenecía a una noble familia de la que formaba parte Martín Azpilicuela. Dicen que su padre estuvo presente en el parto. Su casa natal fue lugar de los encuentros de los partidarios de los Albret y sufrió la revancha de su perdida. Sus hermanos miembros del ejército de Juan III, fueron encarcelados por ello. Estas circunstancias pudieron ser la causa de la determinación de Francisco por la religión. Estudio con los curas en diferentes ciudades nabarras, ultimándolos en Pamplona, y tras la derrota Nabarra de 1524 en la que se vio implicada su familia, su madre decidió enviarlo a la Universidad de París. El castillo de la familia había sido desmochado por orden de Cardenal Cisneros en 1516.

            En el París universitario se inscribió con el calificativo de “cantabro”, un término en boga para designar a los vascos. Inicio sus estudios en filosofía, llamada entonces Maestria de Artes. Concluyo su carrera, tuvo fama de juerguista, frecuento la noche de Paris, y entre muchas anécdotas de esa época, se podría citar la de que uno de sus maestros en la universidad y compañero de correrías, falleció de sífilis, entonces y la falta de antibióticos, enfermedad mortal.

           
 
           En Paris conoció a Iñigo de Loiola. Era 1529 y la ocasión es digna de relato de una historia paralela. Ignacio o Iñigo, era hijo de un militar guipuzcoano. Incitado por la condición militar de la mayoría de sus hermanos, Iñigo se enrolo en las tropas del rey Fernando de Castilla, por medio de un amigo de su padre, Juan Velazquez de Cuellar. Cuando Velazquez murió en 1517, Iñigo con una fortuna considerable heredada de quien hasta entonces había sido su protector, encontró un nuevo espacio entre los seguidores de Antonio de Manrique, duque de Nájera. El duque, que entonces era virrey de Nabarra desde la invasión ilegal  y conquista castellana, envío a Iñigo a Guipuzkoa, para calmar algunas revueltas locales.

            Cuando en mayo de 1521, los nabarros al mando del señor Asparros intentaron recuperar Pamplona, Iñigo, junto a otros refuerzos, llego a la ciudad en defensa de la corona castellana. Pero pronto quedo descartado del combate porque una bala de cañón le dejo malherido en una pierna. A parir de ahí su vida militar y pendenciera dio un cambio brusco. Cuando se recupero de sus heridas hizo una peregrinación a Jerusalén con escalas en Monserrat, Roma, Venecia, Chipre, y Palestina. A su vuelta fue detenido por iluminado. A la salida de prisión marcho a Paris, donde estudio Filosofía y conoció a Xabier con quien creo, junto con otros cinco compañeros, en 1534, el grupo religioso conocido como la Compañía de Jesús. La Compañía fue fundada oficialmente con el apoyo del papa Pablo III en 1540. En poco tiempo, el grupo auspiciado por Iñigo y Francisco fue el ariete de la iglesia católica contra el protestantismo y el islamismo, convirtiéndose en el paladín de la contrarreforma católica.

            Francisco fue ordenado sacerdote en 1537 y partió cuatro años mas tarde en una expedición hacia las llamadas Indias Orientales. La partida tuvo lugar el mismo día que cumplía 35 años, en una expedición comandada por el purtugues Martín Affonso de Sousa, virrey de las Indias Orientales. Fue un viaje penoso en el que el nabarro atendió a moribundos y enfermos, en el que el mismo enfermo y apunto estuvo de perder la vida sin convertirse en el primer misionero jesuita en Asia, tarea encomendada por la orden.

            Después de más de un año de navegación, se estableció en Goa, (India). Fue el prototipo de misionero, según su propia descripción: “Aquí en Goa pose en el hospital. Confesaba y comulgaba los enfermos que aquí estaban; eran tantos que venían a confesarse, que, si estuviera en diez partes partido, en todas ellas tuviera que confesar. Después de cumplir con los enfermos, confesaba por la mañana a los sanos que me venían a buscar, y después de medio día iba a la cárcel a confesar a los presos. Después de haber confesado a los presos tome una ermita de nuestra Señora que estaba cerca del Hospital, y ahí comencé a enseñar a los muchachos las oraciones, el Credo y los mandamientos: pasaban muchas veces de trescientos los que venían a la doctrina cristiana”

            Dentro de su tarea misionera, en octubre de 1545, Francisco alcanzo, tras un mes de navegación, la población de Malaya. Tres meses más tarde partía hacia la isla de Amboino (Molucas), el últimos territorio Portugués. Según propia narración de Francisco, en esos parajes se encontró con gentes salvajes que se comían los unos a los otros. En julio de 1547 volvía a Malaca y poco después a Goa (marzo 1548), donde recibió a nuevos misioneros jesuitas.

          
            Algunos de sus biógrafos señalan que Francisco  tuvo problemas con los nuevos misioneros llegados a la India; otros, que discrepaba de las ordenes de sus superiores; otros, en cambio, que su espíritu inquieto le impedía seguir una vida sedentaria. Lo cierto es que al poco de su regreso a Goa, volvió a proyectar un largo viaje hacia el este en pequeñas marchas que le deberían llegar hasta Japón. Intento establecer pequeñas comunidades cristianas, pero fracaso en la mayoría de sus intentos. Alcanzo sin embargo Miyako, la capital de Japón, pero la corte nipona rechazo su religión y su Dios.
           
            Retorno a Goa y comenzó a preparar un viaje a China, vasto imperio del que oyó hablar en Japón. El 17 de abril de 1552, junto a otro misionero y a un intérprete, abandona el puerto indio. En septiembre del mismo año alcanzaba la isla de Sancian. A la espera de trasladarse a China, unas fiebres traicioneras terminaron con su vida, a los 46 años, el 3 de diciembre de 1552. Dicen sus historiadores que antes de morir deliraba en una extraña lengua. La  Lingua Navarrorun. Su cuerpo es conducido a Goa, donde llega en la primavera de 1534, siendo enterrado en esa ciudad. Nabarra proclamo a Xabier su patrón en 1621, un año antes de ser canonizado. En 1622 fue canonizado por el Papa Gregorio XV. Se le nombra en 1748, patrono de todas las tierras al este del cabo de Buena Esperanza. En 1904 es nombrado patrono de la Obra de la Propagación de la Fe. En 1927, el papa Pío XI lo eligió como patrono universal de las misiones.


Enlaces externos:

Wikipedia
Enciclopedia Auñamendi
Vasconia hechos episodios y sucedidos
Biografia de San Francisco Javier en Santoral Catolico
                                     

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